
Este modelo de aprendizaje recibe su nombre del acrónimo en euskera de Etekin Handiko Zikloak (ciclos de alto rendimiento). Casi 80.000 chicas y chico se han formado en los últimos diez años colaborando para resolver retos. Se le plantea una situación problemática, que se transforma en reto para todo el equipo. Como en la vida misma: ¡El aprendizaje está asegurado!
Existe un modelo de aprendizaje en FP Euskadi que ha tomado fuerza. Se basa en resolver problemas en equipo. Dicho de otra manera: Modelo de aprendizaje colaborativo basado en retos. Durante sus 10 años de andadura, cerca de 80.000 alumnas y alumnos se han formado en este formato colaborativo que plantea al alumnado de FP resolución de retos; se trata de ETHAZI (modelo de ciclos de alto rendimiento). Este curso 2023-2024, 25.421 estudiantes de 83 centros aprenden mediante este método de aprendizaje que plantea problemas y retos que deben superar las chicas y chicos con la implicación de más de 2.000 docentes.
El modelo ETHAZI comenzó su andadura a modo de experiencia piloto en el curso 2013-2014 en 5 centros de Formación Profesional de Euskadi, con 100 alumnos y alumnas y 25 docentes de 5 ciclos formativos diferentes. A partir de ese momento, el modelo se ha ido desarrollando y enriqueciendo. A día de hoy, el modelo está implantado en la práctica totalidad de los centros de FP Euskadi y 79.664 alumnas y alumnos se han formado en este modelo.
Ciclos de alto rendimiento
Este modelo de aprendizaje recibe su nombre del acrónimo en euskera de Etekin Handiko Zikloak, o ciclos de alto rendimiento. El elemento central sobre el que se articula todo el modelo es el aprendizaje colaborativo basado en retos: al alumnado se le plantea una situación problemática, que se transforma en reto para todo el equipo. La totalidad del proceso hasta la obtención de un resultado o de la resolución de este reto está estructurado para que el alumnado adquiera no solo las competencias técnicas y específicas del ciclo que cursa, también aquellas competencias transversales que tienen un carácter estratégico en la formación de todo profesional, tales como la autonomía en el aprendizaje, el trabajo en equipo, la toma de decisiones o la orientación hacia resultados extraordinarios.
Las situaciones problemáticas, en todos los casos, son planteadas a una clase configurada en equipos, donde el proceso de trabajo ha de posibilitar al alumnado vivir la situación como un reto y, desde ahí, tiene que tener la oportunidad de generar el conocimiento necesario que le permita aportar las mejores soluciones.