Conscientes de que la educación es la puerta a la realización personal y al progreso colectivo, el grupo de trabajo que ha participado en el diseño de la nueva ley ha destacado la necesidad de transformar la educación para lograr la excelencia. Para ello, la innovación y la mejora continua son factores indispensables. Uno de los factores de mayor impacto en la calidad del sistema educativo es el profesorado, por lo que se subraya la importancia de su formación.
La transformación educativa es la columna vertebral de la nueva ley. El sistema recibe así un espaldarazo definitivo a las nuevas metas educativas de manera integral y subrayando el protagonismo de la escuela pública. La prioridad de la ley es llegar a una educación de calidad y excelencia para la totalidad del alumnado.
La Ley de Educación viene a reforzar y renovar la política de innovación y evaluación, como instrumentos del proceso de transformación de la enseñanza y del aprendizaje del alumnado. En un marco de mejora permanente del Sistema Educativo Vasco, se apuesta por la innovación orientada a dotar al sistema de una habilidad por adaptarse a los desafíos culturales, tecnológicos, medioambientales, sociales y económicos de las próximas décadas. Se promoverá, entre otros aspectos, la innovación en las metodologías docentes y en el uso ético y responsable de los recursos tecnológicos, tan de actualidad en los últimos meses.
La clave: la formación del profesorado
El personal docente es el factor de mayor impacto en la calidad del sistema educativo por delante de muchas otras variables, lo que realmente impacta es precisamente la formación de las y los docentes para gestionar el aprendizaje y el aula; así como las relaciones personales entre alumnas y alumnos y profesorado. También se aprecian como cuestiones relevantes los aspectos emocionales. Todas las variables inciden en el desarrollo del proceso de enseñanza-aprendizaje.
La nueva ley incorpora un modelo de formación de profesoras y profesores basado en la colaboración; tanto en la formación inicial, así como en la formación continua. La participación de la comunidad educativa y el desarrollo del profesorado serán claves para la transformación del futuro sistema educativo vasco.
La ley también introduce un marco de evaluación integral, abordando los ámbitos más importantes del sistema: el alumnado, el profesorado, el desempeño de las direcciones y de la función inspectora, entre otros. Una evaluación con carácter formativo que persigue lograr la mejora del sistema en su conjunto creando nuevas herramientas y garantizando la participación y la transparencia.